sábado, 30 de enero de 2010

Como el resto...



El mar agrietó mis pezones,

como si hubieran saciado a la humanidad

y yo

hubiera dejado de ser.


Sentí la suave penetración del vacío;

reminiscencia de tu entrada en mí.

De cada día compartido.


Sueños y negación.


Tu saliva vuelve a mis pechos,

húmedos, por fin,

como el resto de mi cuerpo.



Irene, 2010.



2 comentarios:

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  2. Me gusta mucho cómo escribes. Nunca te sobran palabras. Las metáforas te duran; por mucho que las estires, no se te rompen y conservan su intensidad desde el primer al último verso. Y aunque utilizas un lenguaje muy sencillo, tus poemas poseen múltiples niveles de lectura, múltiples significados, y al final uno nunca sabe si sonreír o llorar. Todo esto ya lo sabes. Pero no está de más que lo recuerdes siempre que vuelvas a este blog y, a lo mejor, se te hayan quitado las ganas de seguir escribiendo. Me daría mucha pena perderme la luz que todavía no has fotografiado o escrito.

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